miércoles, 3 de octubre de 2012

Fausto

Fausto,  héroe que sella un pacto con el Diablo  e intenta sobrepasar las limitaciones humanas, representa el ansia  insatisfecha del ser humano y la búsqueda, no sólo del conocimiento, sino del sentido de la vida. También simboliza a la humanidad en su conjunto, su ambición, su inquietud, sus ilusiones y desesperanzas, su debilidad, su infinita búsqueda de la felicidad y gloria.
Esta figura legendaria es una de las más importantes dentro de la literatura desde el siglo XVI (desde el Fausto de Marlowe al de Goethe, pasando por el Racionalismo, el “Sturm Und Drang”, el Fausto del Romanticismo, etc.). Se cree que su mito fue creado en torno al Doctor Faustus, un personaje histórico.  A su se fueron añadiendo colores y  una amalgama de tradiciones, elementos paganos y tradiciones cristianas, que enriquecieron su mito.
El Fausto de Goethe.
Goethe nos presenta a Fausto como un doctor o un mago, que se siente desolado, perdido, y busca la sabiduría (que se relaciona con la redención), tanto de las cosas terrenales como de lo trascendental. Quiere llegar a dominar tanto el cuerpo como el espíritu, pero fracasa. Aspira al infinito, vive por la eterna consecución de un ideal, y por eso mismo no es capaz de disfrutar de la vida.
Mefistófeles (un diablo de confianza enviado por Satán) se le aparece entonces y se ofrece a complacer todas sus aspiraciones, a cambio de su alma. Fausto vuelve a ser joven y comienza su búsqueda con Mefistófeles como compañero, que representa todo lo que Fausto ha dejado atrás en su búsqueda de conocimiento (poder, placer, riquezas…). Con su nueva forma, Fausto seduce, sin dificultad, a Margarita, una joven sencilla e inocente, que se entrega a él sin reparos. En un ataque de desesperación, comete infanticidio, por lo que es enviada a la cárcel. Allí, hace caso omiso a las palabras de Mefistófeles y es salvada por la gracia divina.
Fausto sigue su camino, y después ama a Helena,  hija e Zeus, la perfecta belleza, pero acaba desilusionado de nuevo, ya que su hijo muere.  Atormentado, descubre que nada puede darle la paz, ni la verdad, ni la belleza, ni la magia, ni el amor, ni la ciencia…
Cuando llega la hora de que pague a Mefistófeles (pues Fausto cree haber encontrado la felicidad al poseer unos terrenos en la costa), el reuerdo de Margarita hace que esa aparente felicidad se disipe. Por eso, su alma es salvada debido a que lo único que buscaba era la Belleza y el Bien. Así, asciende al cielo, para encontrarse con Margarita, y Mefistófeles es burlado.

6 comentarios:

  1. Y yo podria agregar el Fausto criollo de Estanilao del Campo, es la obra de teatro comentada por un gaucho, que en su ingenuidad cree que lo que ve es real.
    Volvi con otra cuenta, mi nuevo blog
    es
    eldemiurgodehurlingham.blogspot.com

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    1. Hola!
      Gracias por el comentario y por avisarme, que estos días ando un poco "descolgada" de internet.

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  2. Justo la vercion de Goethe es la que mas me gusta.

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  3. Las leimos, cuando mi hermana menor estaba en secundaria y en clase de literatura le pedian un analisis completo de las obras...valio la pena, hace tiempo ya...tanto tiempo...

    Saludos

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    1. Oh, ahora ya no piden leer este tipo de obras (aquí al menos)...

      Un saludo!

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